Por José Luis de la Calva
(INGLATERRA, Reino Unido).- Miles de uniformes y otras indumentarias de empleados del Sistema Nacional de Salud (NHS, sus siglas en inglés) en este país fueron arrojados a las calles en protesta por el plan macabro de la mal llamada «vacuna» contra el tambien mal llamado Covid-19 o coronavirus, que está asesinando a miles de ciudadanos.
Como se puede observar en las imágenes el personal del NHS arroja en Downing Street y Trafalgar Square, sus uniformes en repudio al mandato de vacunación, y anuncian la renuncia si son obligados a inyectarse.
Los sanitarios están bien conscientes de la peligrosidad de las inyecciones contra el Covid, que han dejado un número enorme de víctimas. La situación es tal, que una investigación criminal de la Policía londinense recoge testimonios y acompaña ciudadanos a cerrar los centros de vacunación.
El análisis de las cifras del NHS England muestra que 80,092 trabajadores del NHS no han recibido ni una sola dosis de la vacuna contra el Covid.
Podemos observar que en Downing Street, el personal médico lanzaba los unifirmes frente y encima de los agentes policiales (son víctimas también de la «Plandemia», y parece entenderlo). Y en Trafalgar Square, centenares de atuendos laborales fueron depositados en las escalinatas.
Nos referimos a más de 70 mil empleados, por lo que el «gobierno» dijo que suspenderá la medida, e incluso las autoridades policiales han estado acompañando a los protestantes a clausurar lugares de vacunación.
El mandato de la inyección contra el Covid-19, ha generado concentraciones y protestas masivas por la libertad en Londres, Newcastle, Leeds y Manchester. Los británicos se niegan a cumplir las restricciones por el Covid, como uso de las mascarillas, el pase de vacunación y el conjunto de medidas sanitarias fraudulentas.
El gobierno amenazó a 80,000 trabajadores sanitarios del Sistema Nacional de Salud (NHS) con despedidos o trasladados si no se «vacunan». Y que todo el personal que desempeñe funciones de cara al paciente está obligado a recibir dos dosis del veneno (vacunas) a partir del 1º de abril o se enfrentará al despido.
El temor al despido masivo de más de 70,000 trabajadores del NHS ha llevado al Gobierno a considerar la posibilidad de suspender sus planes de vacunación obligatoria para el personal de los servicios de salud. El Real Colegio de Enfermería ha advertido que será un acto de «autosabotaje» en un momento en el que el NHS sufre de escasez de personal.
El Departamento de Salud y Asistencia Social (DHSC, sus siglas en inglés) está estudiando «activamente» una suspensión temporal de la controvertida política, en medio de las graves advertencias de los consorcios hospitalarios y los médicos de cabecera sobre el grave impacto de la escasez de personal en los servicios, informan medios británicos.
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Dado que varios diputados conservadores se oponen enérgicamente al plan de vacunación obligatoria para el personal del NHS, sobre todo por el impacto que tendrá una crisis de personal en sus hospitales locales, una pausa también ayudaría a Boris Johnson, en su batalla para evitar un voto de confianza de su propio partido.
Un centro londinense ha advertido que podría tener que despedir a 1,600 empleados, y se sabe que varios centros de todo el país han pedido a NHS England que inste al DHSC a reconsiderar su decisión.
Boris Johnson, anuncia el fin de las restricciones Covid
La situación se produce días después de que el primer ministro británico Boris Johnson, anunciara el fin de las medidas anticovid. Dijo que los últimos datos sugieren que la ola de infecciones provocada por la variante ómicron ya ha superado su punto álgido en el Reino Unido.
La supresión de las restricciones del llamado ‘Plan B’ implica que ya no se exigirán los pases Covid en el país. Tampoco se pedirá a los ciudadanos que trabajen desde casa.
Asimismo, cuando expiren las restricciones el jueves de la próxima semana, el Gobierno no obligará a llevar mascarillas en ningún sitio. Aunque los cubrebocas ya no serán necesarios en las aulas y se eliminarán las exigencias sobre su uso en espacios cerrados, Johnson, afirmó que las autoridades seguirán «sugiriendo» su uso para evitar contagios.
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